Cloacas romanas del Siglo I a.c.

  Se trata de un tramo de la red de cloacas romanas encontrado en una finca del barrio del populo, que data del siglo I a.c. Su longitud aun es incierta ya que se está precediendo a su excavación para ver el lugar de partida y hasta donde llega dicho tramo.

 

PROXIMAMENTE SE SUBIRAN LOS DOCUMENTOS FOTOGRAFICOS.

La cueva del pájaro azul.

   La historia de este lugar comenzó cuando el bodeguero gaditano Manuel Fedriani, propietario de las bodegas San Juan, efectuaba unas obras en un local frente al suyo y se descubrió una enorme aljibe con una gran amplitud de techos. Este aljibe tenía un túnel que desembocaba en la muralla del campo del sur y formaba parte de una salida de agua.

   Tras la idea de Fedriani de transformar el aljibe en una peña flamenca y que también funcionara como restaurante, el túnel mencionado empezó a tener otros usos como por ejemplo: !! para el contrabando !!.

   Aquello se bautizó como “La Cueva del Pájaro Azul” y se le dio aire del refugio del contrabandista del mismo nombre. 

 

                                                    © Autor: Oscar A.C.V

 


Alcantarillado y Atarjeas del siglo XVIII / XIX

 

   En el año 1743, un vecino, D. Miguel Carrer, presenta un memorial para solucionar según su criterio, la limpieza y saneamiento de la ciudad. El problema se acogió bien y se nombraron dos diputados para estudiar el proyecto y formulen reparos. Pero la idea quedó para mejor ocasión.

   Años más tardes, en 1766 se formula otro escrito sobre este problema del saneamiento de las calles y el enlosado, pero nuevamente quedó para mejor ocasión. Hubo que esperar asta el año 1771 para que se proyecte de nuevo, un alcantarillado por el ingeniero D. Juan Caballero y el arquitecto D. Torcuato Cayón. Este proyecto lo apoyaron los regidores y se iniciaron las obras del alcantarillado gaditano.

   No dejaron de exponerse temores en contra, por ejemplo, el miedo a grandes mareas que pudiesen producir inundaciones o a las lluvias intensas que coincidieran con mareas vivas. Para el estudio de la red, se hicieron tres divisiones de la ciudad. Una comprendía los barrios de mayor elevación a nivel de mar como son San Antonio, San francisco, Alameda y Mentidero a los que se les dio la misma vertiente que tenían los caños de la calle. Otra zona de media altura integran los barrios de Hospital, Mundo nuevo, Viña, etc., que mantuvieron las pozas particulares para las mayores aguas pluviales y el resto irían con los de la lluvia, a la red de alcantarillados. Y por ultimo la zona que abarcaría San Juan de Dios, Compañía; san Agustín, etc., que como barrios bajos se vertía directamente al alcantarillado todo tipo de aguas pluviales y de lluvias.

   El ilustre chileno y gaditano de adopción, el conde de Maule, escribió sobre las calles de la ciudad y su limpieza y exclamó: << Cádiz se puede decir que es uno de las ciudades, mejor reguladas en cuanto a limpieza >>.

Esto se debe a que la ciudad está toda minada de conductos subterráneos, por los cuales se les da salida a las aguas pluviales y a las inmundicias. En el mismo instante que cesa de llover, las aguas penetran por los sumideros que hay repartidos a pequeñas distancias, luego se dirigen a el mar mediante conductos que no desprenden malos olores, debido a que el agua del mar todo lo disuelve. 

   Los canales de los tejados que en otras ciudades son tan molestos los días de lluvia no se conocen en la ciudad, por que las casas son de azoteas y el agua se reúne en un punto desciendo por tuberías introducidas en la pared, los cuales unos van a los aljibes y otros a los caños de alcantarillado, que los conducen al mar como antes se comentó.

   En el año 1792 se ordenaron unas normas de limpieza y mantenimiento de los conductos, en las que se dice: << Para evitar inconvenientes que con el tiempo puedan causar abrir las pozas para limpiarlas, conviene no entrar en ellas hasta pasar algún tiempo después de haberlas abierto, arrojar cantidad de cal en polvo y varios cubos de agua y vinagre, abrir todas las tapas de alcantarilla posibles y hacer uso de las mangueras de los navíos para renovar el aire y por ultimo, los conductos debían tener una reja en sus bocas finales que daban al mar, para que las galerías no se pudiesen aprovechar para guardar contrabando.>>.

 

                                                  © Autor: Oscar A.C.V.

Alcantarillado de Plaza España


Alcantarillado del baluarte de capuchinos


Atarjea del Antiguo baluarte de Bonete


Alcantarillado de la Alameda